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[Análisis] Pokémon Escarlata y Púrpura

Siempre recuerdo con mucho cariño mi primer juego de Pokémon. Cómo iba a olvidar esa noche de Reyes en la que abrí un regalo en casa de mi abuela que contenía un Pokémon Cristal. No tenía la Game Boy; ingenuo de mí, pensé que Melchor se había equivocado. A la mañana siguiente, ya os podéis imaginar cómo fui de feliz al abrir el paquete con la consola.

Por supuesto, esta felicidad se repitió con Pokémon Zafiro y Pokémon Rojo Fuego. No tuve la suerte de disfrutar de una Nintendo DS, pero con el tiempo pude emular todos los títulos que me salté. Llegó Nintendo Switch, pero Pokémon no seguía ilusionando como antes. Seguro que muchos me entendéis. Aquí os dejo mi análisis de Pokémon Escarlata y Púrpura, la novena generación de una de las sagas más relevantes del panorama de los videojuegos.

Por supuesto, este análisis está lleno de spoilers salvajes que quieren luchar. Así que si prefieres quedarte sin saber detalles y sorpresas para descubrirlas mientras juegas, utiliza Cuerda Huida inmediatamente.

Premisa clásica con algún matiz

Pokémon Escarlata y Púrpura comienzan de forma similar al resto de las entregas: somos un adolescente recién llegado a la región, un novato en el mundo Pokémon pero con el sueño de convertirse en un gran entrenador. Paldea promete ser una tierra de misterio, ya solo con ver la zona central del mapa comprobaremos que algo se esconde entre los habitantes de esta región.

Desde que recibimos las primeras imágenes de esta nueva entrega, se le bautizó como Pokémon Españita, y una vez jugado no se podría estar más de acuerdo. Aceitunas, tabernas, vecinos que te dicen “taluego”, formas regionales inspiradas en la fauna española… Sin hacer alusión directa, como viene siendo habitual, pero trayendo innumerables detalles que todos reconoceremos.

Hay muchos personajes en Pokémon Escarlata y Púrpura: Mencía, Cinio, Damián, Albora, Turo, Casiopea… Todos ellos poseen una buena personalidad. No tienen el desarrollo interno de un NPC de Dark Souls, pero debemos reconocer que no son tan planos como en otras entregas.

Una de las novedades que más nos han gustado son los Pokémon que dan imagen a las versiones: Koraidon y Miraidon, de Escarlata y Púrpura respectivamente. Estos Pokémon los conseguimos muy temprano en nuestra aventura, y nos acompañarán durante nuestro trayecto, facilitándonos el movimiento gracias a su velocidad, capacidad de nadar o de planear, entre otras cosas. Son nuestra montura desde el inicio.

Las misiones: lo más novedoso

Esta nueva entrega de la saga gira en torno a tres misiones principales: la Travesía de la Victoria, la Vía Stardust y la Senda Legendaria. Estas tres misiones aparecerán en el mapa desde el principio, para que podamos elegir qué camino queremos seguir con total libertad (salvo por algunas zonas a las que no podemos acceder todavía).

La Travesía de la Victoria es la tarea clásica y recurrente de todos los títulos: convertirnos en campeones de la Liga Pokémon, tras conseguir las 9 Medallas de Gimnasio. Pero esta vez trae consigo una novedad muy interesante, y es que no encontraremos un diseño de gimnasios tradicional, en los que enfrentarnos a diferentes enemigos antes del líder; en esta ocasión, tendremos que aprobar un Examen de Gimnasio para poder llegar al combate final, unas pruebas muy divertidas y diferentes. Por ejemplo, en el primer examen debemos empujar una aceituna gigante hasta un cesto gigante. Muy español.

La Vía Stardust es otra de las misiones principales. En esta, junto con la ayuda de la misteriosa Casiopea, debemos alcanzar las 5 bases del Team Star, repartidas por toda Paldea, para terminar con sus problemáticos miembros. En estas bases, nuestros Pokémon lucharán solos (sí, hay combates automáticos) durante cierto tiempo y podremos enfrentarnos a los líderes de los escuadrones al debilitar un cierto número de Pokémon.

La tercera misión es la Senda Legendaria. En esta misión debemos encontrar los 5 Pokémon Dominantes a lo largo de la región. Estos Pokémon son más fuertes y grandes que de costumbre, y custodian 5 Especias Legendarias. Estas especias dotarán a nuestra montura con nuevos movimientos para poder acceder a zonas que antes nos eran inalcanzables.

Más novedades que lo hacen especial

Una de las principales novedades de la novena entrega de la saga principal es la teracristalización. Básicamente, es un proceso que permite potenciar los movimientos de un determinado tipo. Cada Pokémon puede teracristalizarse en un tipo (agua, fuego…) y si lanzamos un movimiento del mismo tipo, su potencia se verá incrementada. Es una propuesta interesante, aunque algo simple ya que al solo potenciar un tipo, no nos será útil siempre. 

En cuanto a las MT (Máquinas Técnicas), también nos encontramos con algo novedoso: ahora podemos crearlas en los Centros Pokémon. Para ello, iremos consiguiendo las recetas de los movimientos a lo largo de Paldea, y cada vez que luchemos contra algún Pokémon salvaje, conseguiremos el material necesario para craftearlas, como pelos de Lechonk.

Según avancemos, nos daremos cuenta de que en muchas de las conversaciones se nos dan opciones de diálogo. En muchos casos, no serán muy distintas las unas de las otras, y por supuesto no cambiarán el curso de la aventura. Aun así, algunas de las respuestas significan lo contrario y pueden llegar a afectar a nuestra relación con los personajes, que mejorará si hacemos las cosas bien.

Desde el principio del juego se nos introduce el Área Cero, que se encuentra en el centro de Paldea. No será hasta que completemos la misión Senda Legendaria que podamos acceder a esta misteriosa zona, en la que nos encontraremos a los enemigos más poderosos de toda la aventura. Esto es sin duda uno de los platos principales del late game, os invitamos a descubrirlo.

Uno de los puntos fuertes de la entrega es la cámara. A pesar de su control basto y primitivo, podemos elegir entre una vista lejana y otra cercana, utilizando la palanca del joystick derecho. Además de eso, también podemos colocar la cámara detrás del hombro de nuestro protagonista si pulsamos ZL. Desde este punto de vista, todo parece más dinámico y tal vez sea la cámara más enfocada a la acción.

Si eres como yo (team puristas), no te gustará poner motes a tus compañeros Pokémon. Estamos de suerte, pues en esta edición podemos deshabilitar la opción de renombrar a los Pokémon que vayamos capturando.

En una aventura en la que podemos elegir nuestro propio camino, la siguiente mecánica encaja a la perfección, y es que a partir de ahora no será necesario combatir contra todos los entrenadores que nos encontremos; solo pelearemos con aquellos a los que hablemos (sin contar los entrenadores obligatorios para la historia).

Otro de los aspectos que me han encantado es el minimapa. En la esquina inferior derecha podremos ver una porción circular del mapa, que funciona también a modo de brújula. Si marcamos en el mapa nuestro próximo destino, aparecerá el icono también en el minimapa. No es la brújula del Valhalla, pero para Pokémon, sobra.

El diseño de la Pokédex también es nuevo. En esta generación, la Pokédex es una especie de estantería en la que colocamos nuestros “libros” o entradas sobre los Pokémon que conocemos y vamos capturando. Lo más novedoso es que conforme vayamos capturando, recibiremos objetos como premio, como diferentes pokéballs.

Ideas recicladas de las últimas generaciones

Como ya se hizo en entregas anteriores, la Caja del PC desaparece. Los Pokémon que vayamos capturando estarán accesibles desde el propio menú, lo cual supone una ventaja, pues si podemos cambiar nuestro equipo pulsando X, daremos más oportunidad a otros Pokémon.

Acerca de la experiencia, sigue activa en este título la función que reparte los puntos de experiencia que conseguimos tanto al combatir como al capturar un Pokémon. Esta mecánica está bien si lo que quieres es centrarte en la aventura y no quieres ver el juego como un reto. Aun así, está más ajustado que en otras entregas, como Espada y Escudo, en las que era un auténtico cachondeo.

También hay sigilo en Pokémon Escarlata y Púrpura. Pulsando el botón B, nuestro personaje se deslizará y quedará agachado para sorprender a los Pokémon salvajes. Sinceramente, no es una mecánica que haya utilizado con frecuencia, y a veces supone más bien una molestia (pulso la B constantemente cuando hay un diálogo). Estaría bien poder cambiar el mapeado de los botones.

Lo más negativo del juego

Los aspectos negativos de Pokémon Escarlata y Púrpura son más que evidentes. Ya lo vimos en entregas anteriores, como Leyendas Pokémon Arceus o Pokémon Espada y Escudo, y es que su apartado gráfico deja muchísimo que desear. Desde carteles con texturas borrosas hasta hierba hecha de puntos. Es horrible, en serio. Como siempre, lo único que está bien hecho es el modelado de los personajes y de los Pokémon. Todos los edificios tienen dientes de sierra, los árboles parecen hechos por niños, las texturas no son realistas… y un sinfín de características que hacen de los gráficos del juego un peso que no le dejará avanzar.

Por supuesto, no solamente los gráficos son malos. Hay popping constantemente. Los Pokémon, humanos, edificios, o elementos del entorno aparecen de repente de forma asidua. Desde un niño sentado en un restaurante, hasta un centro Pokémon entero. Esta cuestión es bastante molesta, sobre todo cuando queremos avanzar rápido por las zonas y aparecen enemigos justo en frente, de golpe, sin poder evitarlos.

En cuanto al desarrollo del juego, puede que resulte un tanto repetitivo en alguna ocasión, ya que las etapas de las misiones principales apenas varían en su ejecución. Es cierto que los exámenes de gimnasio son distintos entre sí, y que las bases del Team Star y los Pokémon Dominantes son solo cinco. Quizá por esto se salve un poco, pero no quiero imaginar qué sería si fuesen ocho etapas de cada.

Y bueno. Qué decir de los frames. Pokémon Escarlata y Púrpura se desarrolla en un ambiente constante de bajadas de fotogramas por segundo. Recuerdo un momento en el que, conforme llegué a una ciudad, se veía un molino al fondo de la avenida principal. Sus aspas iban (sin exagerar) a un fotograma por segundo, aumentando la tasa conforme me acercaba. Os aseguro que no estaba lejos. Pasa lo mismo con los enemigos y con el entorno en movimiento. Está muy mal optimizado.

El juego tiene muchos fallos. En combate, al debilitar un Pokémon el mensaje de mantener o cambiar Pokémon sale muy rápido y es fácil saltarlo sin querer. En un par de ocasiones, al mandar a un Pokémon a combate solo me ha aparecido su sombra. Y el molino, ay el molino… Ya lo veréis.

En resumen

Considero que Pokémon Escarlata y Púrpura se aleja mucho de lo que debería ser. Los fans de la saga coincidimos en que no merecemos un título tan desastroso, y la línea que está siguiendo Game Freak es muy poco gratificante. 

Aun así, también creo que no es del todo un mal juego. Es horroroso gráficamente y en cuanto a rendimiento, pero propone un desarrollo argumental algo más interesante con las tres misiones. Su mundo abierto es fácil de explorar, no es un mundo vacío como ocurrió en Arceus, y no es tan plano como lo fue en Espada y Escudo. 

De los tres títulos que se han desarrollado para Nintendo Switch (sin contar los remakes), personalmente opino que es el mejor, y de forma global me quedo con que he disfrutado mientras jugaba, he podido recuperar una pizca de la ilusión de los primeros juegos (por supuesto, no llega a la altura) y mi sensación durante la aventura ha sido la de seguir avanzando para descubrir los secretos de Paldea.

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