Gwyn era un simple humano, nacido en el Reino de Lordran, donde ocurren los hechos de la historia de Dark Souls. Pero esto cambió. Con la aparición de la primera llama, y gracias a que Gwyn consiguió una de las cuatro grandes almas de señor que de la llama aparecieron, Gwyn, se convirtió en leyenda, la leyenda de un enormemente poderoso caballero y la mayor de las deidades del mundo.
Alrededor de 1000 años antes del inicio de la historia del juego, y tras varios intentos para frenar la extinción de la primera llama, Gwyn se sacrificó. Sacrificó su alma para mantener vivo el fuego y perpetuar la Edad de los Dioses y evitar la Edad Oscura, era en la que el hombre reinaría ante todo y las deidades perderían todo su poder.
Acompáñanos en este segundo episodio del lore de Dark Souls, en el que os cuento todos los secretos sobre Gwyn y su familia.
