Inicio / Análisis / The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom

The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom

El aura que rodea a The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom desde el inicio del juego es de lo más extraño que he sentido en un videojuego. Partimos de Breath of the Wild, un título que no necesita presentación, pero en el que todo estaba claro. En este segundo lanzamiento de la saga en Nintendo Switch, todo parece más singular. Por supuesto, si estás dispuesto a leer este análisis, ten en cuenta que está lleno de avances y secretos del juego.

El comienzo de la aventura se da en una caverna, guardando similitud con su predecesor, pero en este caso Link va acompañado de Zelda. Todo lo que se muestra es chocante: esculturas extrañas, ruinas de una civilización antigua… y un villano que anula todo el poder de Link. Parece que todo es familiar para Zelda y el esquelético ser; sin embargo, para mí nada tenía sentido.

Una vez salimos de esta cueva extraña, conocemos a una raza muy singular. Algunos de estos seres nos atacan, mientras otros nos ayudan a avanzar. Pronto conseguimos el primer nuevo poder, la Ultramano, y aquí es cuando más descolocado me sentí. ¿Es antes de Breath of the Wild? ¿Es después? ¿O tal vez sea una nueva historia, sin relación alguna con la anterior entrega? Esta última pregunta cogía mucha fuerza en mi mente, pero en cuanto termina el tutorial, todo queda clarísimo.

La Ultramano es increíble. No tiene sentido. Lo que he podido disfrutar utilizando este poder no tiene comparación. Sin duda, es el poder más destacable de todos los nuevos. Además, vas aprendiendo de forma gradual lo que puedes hacer con ella. Los santuarios repartidos por Hyrule sirven de maestro constante a lo largo de la historia, y sus enseñanzas pueden ser llevadas al “mundo real” para seguir avanzando.

Con este poder, podemos acoplar unos objetos a otros (no confundir con la Combinación). Desde troncos y tablones hasta globos aerostáticos y cohetes. Lo mejor de todo es que muchos de estos elementos pueden ser guardados en pequeñas esferas que podremos llevar en nuestro inventario para utilizarlos cuando nos sea necesario.

En cuanto a la historia, sigue la premisa clásica de la saga. La princesa desaparece, y el poderoso Ganon (esta vez en su forma humana, Ganondorf) amenaza con destruir el reino. La misión principal consiste en visitar cuatro regiones en las que han ocurrido sucesos extraños que pueden tener relación con la desaparición de Zelda.

¿Quieres saber en qué momento sucede Tears of the Kingdom? Bueno, es algo difícil de responder. Los sucesos que vive nuestro protagonista, Link, tienen lugar un tiempo después de los eventos de Breath of the Wild. Por otro lado, la princesa Zelda viaja a través del tiempo y conoce a los fundadores del reino de Hyrule. Éstos la tratan como miembro de su familia (en el fondo, lo es), y le ayudarán a comunicarse con su futuro salvador. Pero, en definitiva, Link continuará poco después de la primera entrega.

En nuestra aventura, visitamos lugares ya conocidos de la primera entrega. El primero de ellos (siguiendo el orden que recomienda el juego) es el Poblado Orni, esta vez helado y nevado. El reino en general está deteriorado por los eventos del inicio del juego, pero los cambios no son físicos: los roles de algunos personajes también cambian. 

La estructura del juego es la clásica de la saga: cuatro grandes mazmorras principales. Al igual que en Breath of the Wild, desde el inicio podremos acceder a las cuatro sin importar el orden, aunque el juego nos aconseja una ruta idónea para comenzar. En este análisis solo hablaremos de una de ellas, para así no chafar ninguna sorpresa. Eso sí, hablaremos de la más sencilla: el Tempo del Viento.

Esta mazmorra se encuentra en lo más alto del cielo de Hyrule, en mitad de una ventisca helada sin precedentes. Gira en torno a una leyenda que habla sobre un arca surcando los cielos. En esta gran mazmorra debemos activar unas turbinas con la ayuda de un personaje (sí, en este juego nos acompañan varios NPCs) y, tras resolver el rompecabezas, nos enfrentamos a uno de los Azotes correspondientes a cada mazmorra. El objetivo no dista de lo que ya hemos visto en entregas anteriores: resuelve las cuatro mazmorras para plantar cara al malo final, gracias a cuatro poderes legendarios.

En cuanto a la construcción, todo lo que escriba aquí no hará honor a lo que es. Pero lo intentaré. Quizá sea una de las mejores mecánicas de los últimos tiempos y, además, de la mejor forma introducida posible. Desde el inicio deberás ingeniártelas para superar huecos enormes, recorrer distancias a velocidad o propulsarte por los aires. Las posibilidades en Tears of the Kingdom de hacer todo esto son muy grandes. Va a ser uno de los componentes más mencionados, pues seguro que la forma en que tú acoples materiales para subir una pared, para planear o para transportar carga no será la misma que la mía, ni que la de tus amigos. No tiene nombre.

La gaceta es una nueva organización que se encarga de investigar e informar de los sucesos que ocurren en Hyrule. Son algo así como los reporteros del reino, y tienen una misión secundaria que es bastante importante para la aventura, pues sus recompensas nos serán muy útiles. Esta misión consiste básicamente en investigar diferentes puntos en los que se han oído rumores sobre el paradero de la princesa. Son un poco como el Sálvame de Hyrule.

Una de las características que también me ha llamado la atención es el hecho de poder acceder a todas las líneas de diálogo de un personaje. Cuando estamos hablando con alguno de los seres que pueblan el reino, podemos pulsar el botón Y para leer el diálogo previo, que aparece en pantalla de forma muy visual y profesional.

Son muchas las cosas que The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom hace bien. En mi opinión, es la secuela que mejor hace de secuela. Cumple con las expectativas de lo que una segunda parte debería ser, pues reutiliza los elementos más característicos de su predecesor, y a esos puntos fuertes ya conocidos añade otros todavía más interesantes y reivindicativos. 

Aparte de ser la secuela idónea, es un juego revolucionario que introduce unas mecánicas que nunca antes se habían exprimido así. La libertad que ya teníamos en el primero se multiplica por mil al poder explorar el mundo como queramos, construir vehículos como nos plazca y acceder a lugares de mil maneras diferentes, todas ellas ingeniosas y únicas por naturaleza.

No hay duda. The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom es uno de los mejores juegos de los últimos tiempos. Me atrevería a darle el trono de Nintendo Switch. Ha superado de lejos todas mis expectativas y de principio a fin no ha dejado de sorprenderme. Espero que podáis jugarlo pronto o estéis ya con él y podamos comentar lo increíble que es. Nos vemos en alguna posta, aventureros.

Valoración: 9,5

Únete a Patreon y descubre las ventajas de pertenecer a newplayer
Become a patron at Patreon!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *